TIPOS DE LECHE PERMITIDOS

LECHES QUE PUEDEN SUSTITUIR A LA LECHE DE VACA

BEBÉS LACTANTES (- 6 MESES)
Si se trata de un bebé recién nacido, generalmente desde el propio hospital suelen enviar leche hidrolizada, como la DAMIRA 2000 de Sanutri. Esta leche huele fatal, sabe a rayos y produce unas heces de un color y un hedor impresionante. Sin embargo, el bebé la suele tomar muy bien, y para esos primeros meses en los que no puede tomar otra cosa, es estupenda. Hay otras marcas, por lo que si véis que a vuestro bebé no le sienta bien no dudéis en consultarlo con vuestro pediatra.

MADRES CON LACTANCIA MATERNA.
Lo mejor es que puedas mantener el pecho y seguir alimentándolo tú. Pero si decides hacerlo, ya sabes que a partir de este momento hay alimentos que tienes totalmente prohibidos. Prepárate a leer etiquetas, a mirar con deseo esa onza de chocolate que se está comiendo tu pareja, a desechar el jamón york o los embutidos (con suerte puedes encontrar alguna marca que no contenga proteína de la vaca) o a regalar los yogures que tienes en la nevera, porque desde ahora los tienes prohibidos. Tranquila, hay alimentos igual de ricos o mejores. Es hora de descubrir nuevos pequeños placeres. En la sección: Alimentos prohibidos / Alimentos permitidos encontrarás más información.

- LECHE DE ARROZ. De origen vegetal. Su sabor es muy bueno, y se puede mezclar muy bien con cacao, café... Es muy digestiva, sana y tiene un sabor suave. Aporta hidratos de carbono, algunas proteínas, ácidos grasos Omega 3 y 6, vitaminas B y E, y aporta pequeñas cantidades de hierro y calcio. No engorda, te protege contra el colesterol y también cuida tu corazón. No tiene lactosa ni gluten. Lo mejor, puedes hacerla casera. En la sección RECETAS podrás ver cómo.
Si te decides por esta leche, recuerda complementar tu dieta tomando más proteínas, que puedes encontrar en las legumbres, frutos secos... Recuerda que tampoco aporta grandes cantidades de calcio, tendrás que buscar alternativas para evitar problemas a largo plazo como la osteoporosis. Una opción son las semillas de sésamo.

- LECHE DE SOJA. Quizá es la más famosa de los lácteos de origen vegetal. Sin embargo, no está recomendada para niños, y según qué medios leas, tampoco lo está para los adultos. Es rica en proteínas, pero le faltan algunos aminoácidos esenciales. Tiene gran cantidad de vitamina B, minerales, calcio y hierro. Es una buena fuente de fibra, de Omega-3 y un redutor natural del colesterol y los triglicéridos, que previene el mal humor previo a la menstruación, reduce la posibilidad de padecer algunos tipos de cáncer (estómago entre otros) y es apta para diabéticos. Además, es más digestiva que la leche de vaca. Sin embargo, según algunos estudios los fitoestrógenos aumentan el riesgo de sufrir cáncer de mama, por lo que se recomienda el consumo en menor cantidad a mujeres.

En ningún caso se recomienda a niños menores de 3 años, pues proviene de una legumbre difícil de digerir para sus pequeños cuerpos, o a personas con tiroides alterada. Pero el problema principal de la soja es que muchos de sus cultivos son transgénicos, es decir, manipulados genéticamente. Es bueno tomarse un vaso de leche de soja de vez en cuando, pero no se recomienda como sustituto único de la leche. En resumen, la soja es un alimento sano siempre y cuando no se abuse de él.

LECHE DE ALMENDRAS

La leche de almendras tiene un sabor suave y agradable parecido al de la nuez. Tiene muchas proteínas, vitaminas, especialmente D, A y E, omega-6, fibra y minerales esenciales para nuestra salud. Entre otros, posee altos niveles de calcio, previniendo el desgaste de los huesos, de zinc (beneficios en el sistema inmunológico, embarazo, infancia y adolescencia, vista, absorción de vitaminas y proteínas...) y potasio (necesario para el correcto desarrollo del sistema nervioso y de la musculatura). Es muy digestiva. Está especialmente indicada para personas celíacas, vegetarianas o intolerantes a la lactosa. También está áltamente recomendada si tienes colesterol o problemas gastrointestinales.

Al igual que la leche de arroz, puedes hacerla en casa. Si quieres saber cómo ve a la sección RECETAS.

Si tienes problemas de tiroides, no deberás tomarla. Tampoco deberás dársela en ningún caso a tu bebé como sustituta de la leche materna, puesto que la probabilidad de crearle problemas tiroidales es alta , siendo recomendada a partir de la adolescencia.

HORCHATA DE CHUFA
Esta bebida, típicamente valenciana, y que procede de una planta que sólo se cultiva allí, la juncia avellaneda, es una fuente natural de aminoácidos esenciales, que generalmente se obtienen de la carne, el queso o los huevos. Por este motivo, es altamente recomendable en las dietas vegana y vegetariana. Es muy nutritiva. Es fuente de proteínas, vitaminas E y C, calcio, hierro, minerales, lípidos y carbohidratos. También es rica en ácido oleico Omega-9. Es muy recomendable si tienes colesterol, y también para personas diabéticas, siempre y cuando no le añadamos azúcar, ya que tiene propiedades insulinógenas.

Tiene propiedades curativas del estómágo, y de prevención de ciertos tipos de cáncer. Aunque tradicionalmente se toma fría, a menudo acompañada de canela y limón, se puede tomar caliente, con malta, cacao o café. Muy recomendada para niños, ancianos y mujeres embarazadas. También con acidez, gastritis o contra la flatulencia.

Como pasa con otras bebidas de orígen vegetal, la horchata de chufa no es recomendable para bebés.

Esta bebida también puedes hacerla en casa. Si quieres saber cómo ve a la sección RECETAS.

LECHE DE AVENA
Una de las principales ventajas de la bebida de avena es su fantástica digestión. Se trata de un alimento áltamente recomendado, al tener fibra, calcio y carbohidratos en cantidades interesantes, así como Omega-3 y 6 que favorecen la salud del corazón. Además, está demostrada su eficacia en la lucha contra el colesterol. Por otro lado, permite una mejora en los niveles de azúcar, lo que es estupendo para las personas diabéticas. Es muy nutritiva, y una fuente natural de energía, por que se recomienda especialmente tomarla en el desayuno. Tiene un nivel de proteínas y grasas algo superior al de la leche de arroz. Es rica, además, en vitamina B y avenina, un calmante natural.

Tiene un sabor muy suave, y suele gustar mucho a quien decide probarla. Y por si fuera poco, los últimos estudios demuestran que su ingesta diaria reduce, además, un 10% el riesgo de padecer cáncer de mama o de colon.

Esta bebida está especialmente indicada para personas que tienen que soportar mucha carga mental, como jóvenes estudiantes, personas con trabajos estresantes, madres con niños hiperactivos, personas con ansiedad, enfermedades digestivas o insomnio.  Aunque la venden ya hecha, siempre tienes la posibilidad de hacerla en casa. En nuestra sección RECETAS te decimos cómo.

No sé si será una ventaja o un inconveniente para ti, pero esta leche, a primera hora de la mañana, también puede ayudarte a bajar de peso. Y por último, esta leche sí puede ser tomada por los bebés de al menos 9 meses, eso sí, en ningún caso como sustituta de la leche materna o de fórmula, sino más bien como un complemento a su dieta.


LECHE DE AVELLANA
Muy similar a la leche de almendras, la leche de avellana destaca por su alto contenido en vitamina E, mejorando la salud del sistema nervioso y del corazón. Tiene además una gran cantidad de hidratos de carbono, por lo que se recomienda especialmente para la merienda de los niños mayores de 3 años y los deportistas. Es rica en arginina, un alimento que ayuda a la cicatrización y ayuda a la inmunización del organismo. Puedes tomarla si tienes problemas de acidez o gastritis. Además, está muy sabrosa. Su único inconveniente es que contiene pocas proteínas, por lo que este alimento deberá ir acompañado de otros ricos en este nutriente esencial. Y por supuesto, ¡también puedes hacerla en casa! Mira nuestra sección RECETAS para hacerla tú mism@.

LECHE DE CABRA

En esta ocasión os voy a hablar desde la experiencia propia. Me encanta esta leche. Es más sabrosa que la leche de vaca, pero también más suave y de mejor calidad. Las cabras presentan un nivel de hormonación muy inferior al de las vacas, y esto se nota en la calidad de la leche. Es la que yo tomo y la que más recomiendo. Abajo explico por qué.

Pero ¡cuidado!

A la hora de comprarla, tenéis que llevar mucho cuidado. Algunas, como la de Mercadona, no son puramente leche de cabra, sino que le añaden PROTEÍNA DE LA LECHE DE LA VACA, con lo que no sólo nos están engañando, sino que si la tomamos estamos perjudicando a nuestros hijos con IPLV. Hay que mirar bien el etiquetado, pues. En la actualidad tomo la marca PULEVA CABRA, que puedo encontrar en Hiperber o Carrefour, entre otras grandes superficies, y que es 100% leche de cabra. Tanto mi hija como yo hemos notado una mejoría increíble no sólo en la salud digestiva, sino a la hora de respirar. De unos meses atrás a hace unas semanas, llevaba notando que al dormir se me formaba mucha mucosidad, provocándome una sensación similar a la de la sinusitis. Fue empezar a tomar esta leche, y corregírseme esta sensación. También mi hija respira mejor, y eso es de agradecer.
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La leche de cabra es rica en nutrientes y es quizá la que más se asimila en propiedades a la de la leche de vaca. Sin embargo, tiene un nivel de proteínas mucho mayor, así como también de Omega-6,  vitaminas A, B2, C y D y calcio. Previene la osteoporosis, la diabetes, los problemas arteriales y la anemia, y cuida la salud del estómago y del corazón. Tiene entre un 30% y un 40% menos de colesterol y triglicéridos que la leche de vaca, y unos niveles de lactosa muy inferiores y es, de todas las leches existentes, la más similar a la leche materna. Su nivel de caseína (responsable de las alergias) es muy bajo, por lo que es considerada hipoalergénica. Y por si fuera poco protege de la acidez y los problemas estomacales.

Es una leche muy recomendada para los niños, pues se parece a la materna y a la de vaca pero sin tener los inconvenientes de ésta segunda. También es muy recomendable para mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.

El único inconveniente que tiene esta leche es su bajo contenido en ácido fólico y en vitamina B12, que deberán ser suplidos por otros alimentos.

De cualquier forma, no olvides preguntar a tu pediatra antes de incluirla en la dieta de tu bebé, especialmente si todavía no tiene un año de edad.


LECHE DE OVEJA

La leche de oveja tiene una gran cantidad de proteínas (un 60% más que la leche de vaca). También es rica en grasas y en fibra, por lo que es muy buena en la etapa infantil. Tiene propiedades anti-cancerígenas (principalmente en el cáncer de cólon, tanto de prevención como una vez se tiene la enfermedad), previene la anemia y es muy útil en la lucha contra la dermatitis atópica, así como contra el colesterol. Tiene muchas vitaminas, especialmente A y B, y minerales, como el calcio, fósforo, potasio y hierro en cantidades muy altas. Al igual que ocurre con la leche de cabra, en comparación con la de vaca, es mucho más digestiva, fortalece el sistema inmunológico y además reduce el nivel de mucosidad. 

Según un estudio realizado sobre 206 personas intolerantes a la PLV en Reino Unido (desconocemos el nombre del estudio), la ingesta de leche de oveja en madres lactantes reduce los cólicos en los bebés. Además, el 99% de los niños que la tomaron en ese mismo estudio notaron una clara mejora en su salud, y la desaparición prácticamente inmediata de los síntomas de intolerancia o alergia que padecían anteriormente.

Una última ventaja, si la tomas antes de dormir, produce un  efecto calmante y reparador casí mágico.

Y para tu bebé, a partir del año, siempre consultando primero con los pediatras o especialistas.







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